miércoles, 30 de marzo de 2011

UN LUGAR LLAMADO GLORY


Un lugar llamado Glory (Die Hölle von Manitoba)
1965
España/Alemania
Director: Sheldon Reynolds
Reparto: Lex Barker, Pierre Brice, Marianne Koch, Gèrard Tichi, Ángel del Pozo, Aldo Sambrell, Antonio Molino Rojo, Víctor Israel, Wolfgang Lukschy, Hans Nielsen, Alfonso Rojas, Jorge Rigaud, Carlos Casaravilla, Santiago Ontañón, Alberto Dalbes, Miguel Angel Gil, Luis Barboo, Roberto Martín, Ángel Menendez, Gaspar Gonzalez 
Guión: Jerold Hayden Boyd, Edward Di Lorenzo, Fernando Lamas 
Fotografía: Federico G. Larraya
Música: Ángel Arteaga


Coproducción hispano-alemana de 1965 dirigida por Sheldon Reynolds (director, guionista y productor estadounidense que desarrollo su carrera básicamente en el medio televisivo) en la que demuestra su apego y conocimiento de los westerns clásicos y ha supuesto una agradable sorpresa para mí.


Nos encontramos ante una propuesta muy alejada de la exitosa “Por un puñado de dólares” al tomar como modelo a los westerns norteamericanos, hecho al que no fue ajeno el estar involucrada en el proyecto la Central Cinema Company, productora alemana creada en 1946 por Artur Brauner que en los años sesenta intentó recuperar para Europa a algunos de los talentos que emigraron a Estados Unidos como Fritz Lang con su excepcional díptico situado en la India (“El tigre de Esnapur” y “La tumba india” ambas con Debra Paget de protagonista), William Dieterle o Robert Siodmack el cual dirigió un par de westerns basados en novelas del escritor alemán Karl May también protagonizadas por Lex Barker; además de participar en grandes producciones, al estilo de las realizadas por Samuel Bronston en España, como la saga de los Nibelungos dirigida por Harald Reinl o el film “La invasión de los bárbaros” que, filmada por Siodmack, contó con un gran elenco, y de recuperar una figura clave en el cine fantástico alemán, el Doctor Mabuse.


En esta ocasión trató de explotar el éxito que en Europa y sobre todo en Alemania, donde se había convertido en un gran fenómeno, estaban teniendo la serie de películas basadas en los personajes de Old Shatterhand y Winnetou creados por el mencionado novelista alemán (en concreto se habían estrenado cinco de ellas y la propia CCC había participado en la que constituyó el proyecto más ambicioso, “La última batalla de los apaches” dirigida por el argentino afincado en los EEUU Hugo Fregonese); para lo que contó con sus dos intérpretes principales, auténticos ídolos a mediados de la década de los sesenta, el norteamericano Lex Barker y el francés Pierre Brice y planteó, desde el punto de vista cinematográfico, un western continuista de los protagonizados por ambos.


El film cuenta con dos tramas diferenciadas:


-La primera y más interesante nos muestra a un pueblo, Glory, que todos los años el 4 de octubre, para celebrar el día de su fundación, organiza un duelo a muerte entre dos pistoleros, así se banaliza a la muerte al aparecer ésta, en una gran escena final, como un mero espectáculo en el que tan sólo importa el éxito del mismo (tema tristemente de actualidad con la política de producción de muchas cadenas televisivas en las que se mercadea con las miserias humanas de índole privado de los personajes entrevistados y a las que prácticamente sólo les queda vender la muerte de éstos). Esta interesantísima idea (el tratamiento de la muerte como espectáculo sin ningún tipo de connotación moral), que en principio podría parecer desorbitada, sería retomada por otros dos westerns norteamericanos: la dramática “El gran duelo” dirigida en 1971 por Lamont Johnson y la más desenfadada “Rápida y mortal” que dirigió en 1995 Sam Raimi.


-La segunda apunta a un tema clásico tratado profusamente por el western estadounidense, el enfrentamiento entre colonos (como símbolo de las alambradas y de las cercas) y ganaderos (representantes de los grandes espacios abiertos) en el que se verán involucrados los dos protagonistas durante su estancia en Powder City.


Lo primero que me llamó la atención de la película es su empaque formal con una cuidadísima dirección en la que abundan elegantes movimientos de cámara y bellos encuadres, un acertado montaje, una magnífica fotografía (los escenarios naturales están bellamente retratados, sobre todo los correspondientes a dos escenas que se desarrollan en torno a un río) de Federico Larraya que ya había dado muestras de su buen hacer, junto a Massimo Dallamano, en “Por un puñado de dólares”; así como la gran labor de ambientación para la que se aprovechó el estudio que los hermanos Balcázar tenían en Esplugues de Llobregat y a la que también contribuyó un presupuesto que se antoja superior a la media. Y a ello hay que añadir una adecuada y estupenda banda sonora compuesta por Ángel Arteaga que cuenta con un gran y pegadizo tema principal también de sonoridad clásica.


Como aspectos menos afortunados creo que nos encontramos con el ritmo de la película, así durante parte del desarrollo de la historia en Powder City el western se me hizo un poco lento sobre todo por un guión, en el que intervino el otrora galán Fernando Lamas, que alarga en demasía las situaciones (buena parte del metraje consiste en los repetidos conatos de enfrentamiento entre los hombres de Jack Villaine y los dos protagonistas). Por otra parte el director creo que no consigue dar con el tono adecuado respecto a la tensión creciente entre ambos bandos.


Por lo que respecta a los actores, los astutos productores jugaron con la sorpresa del posible enfrentamiento en un duelo entre los dos protagonistas, Lex Barker y Pierre Brice, que hasta el momento habían aparecido en cuatro películas de la mencionada saga basada en novelas de Karl May como inseparables y leales amigos y hermanos de sangre. Pero mientras el apolíneo Barker se muestra bastante cómodo en el papel de Clint, un pistolero que se gana la vida aceptando duelos y se caracteriza por no llevar sombrero; Brice, un actor con cierto parecido físico con Rock Hudson, no me gustó como el pistolero de origen francés Reese, aliado de Clint en Powder City pero posible rival en Glory, al haber acabado con el pistolero contratado para enfrentarse a Clint. Junto a ellos una más que correcta Marianne Koch (actriz habitual por esos años en los westerns coproducidos por Alemania: “Por un puñado de dólares”, “Tierra de fuego”, “Clint el Solitario”) da vida a Jade, antiguo amor de Clint e hija de Seth un buen hombre que al dejar asentarse a los colonos en sus tierras y, como corresponde a su nombre, protegerlos (el dios Seth en la mitología egipcia era el protector de las caravanas) provoca la ira de Jack; el también alemán Gerard Tichy está estupendo como el malvado y traicionero Jack Villaine, mientras que George Rigaud se muestra convincente como el bondadoso Seth, un antiguo pistolero que ha abandonado las armas. Además aparecen rostros muy conocidos dentro del subgénero como Aldo Sambrell y Antonio Molino Rojo que dan vida a dos de los secuaces de Jack, Ángel del Pozo en el papel de un colono, Víctor Israel en el rol del recepcionista del hotel o Luis Barboo como un espectador-pistolero de Glory.


Por último comentaros que la película obtuvo un gran éxito y gracias a que contó con la distribución de la Embassy Pictures Corporation de Joseph E. Levine fue uno de los primeros euro westerns estrenados en los EEUU, intentando la CCC repetir el éxito al año siguiente con la, para mí, inferior “La balada de Johnny Ringo” en la que volvió a reunir como amantes a Lex Barker y Marianne Koch.


Tengo el DVD que en su día editó Impulso Records con una excelente imagen y muy buen sonido, no obstante apenas tiene extras (fichas técnica y artística más alguna foto de la película).


En resumen, un interesante euro western, cercano tanto en uno de sus temas como en el diseño de producción al western clásico, que cuenta con una factura técnica impecable a la altura de las producciones de tipo medio realizadas en los EEUU.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 6
AMBIENTACIÓN: 7
DIRECCIÓN: 6
ACTORES: 6
MÚSICA: 7

MEDIA: 6,4

3 comentarios:

echoes dijo...

es una buena pelicula pero de spaghetti no tiene casi nada

Anónimo dijo...

Esta loco!! Es serio? No...! No es possible

Jesús Cano Sánchez dijo...

El río es el Tenes, en el municipio de Bigues i Riells del Fai (Barcelona).